Pero no por analizarla con una arquitectura algo posterior a la moderna ha de olvidarse de la anterior, la más tradicional, de la verdaderamente antigua, la que relaciona la naturaleza con aquello que la habita, la relación arquitectura-naturaleza reflejada en esta casa-puente, un puente tan ligero y sutil que casi se podría hacer alusión a una casa que flota, abstracción que se ve reflejada en la sección transversal central mejor que en la planta y que la acerca a otras construcciones anteriores como la Ville Savoie anteriormente mencionada, o la Resor House de Mies van der Rohe.
LA LUZ
La luz es tan importante en esta obra que se puede hablar de ella como otro concepto aparte, sin ser relacionado con otros tipos de arquitectura u otras épocas. El hombre encuentra una estancia bien iluminada una estancia agradable, distendida y cálida, huye de las estancias oscuras y lúgubres hacia las bañadas por la luz. Este recorrido que realiza el hombre en busca de la luz se ve reflejado en la Casa del Puente como el recorrido que se describe desde que se traspasan los accesos, lugares oscuros que no tienen más pretensión que dar entrada a unas escaleras ascendentes a las que cada vez llega más luz, alcanzando la máxima iluminación en su punto final, punto de inicio de la sala de estar, donde ventada corrida aprovecha la mayor cantidad de luz posible, que nunca llega a ser excesivamente directa gracias al filtro natural de las copas de los árboles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario